lunes, 2 de agosto de 2010



Ahora si… Voy a hablar calmadamente de Letters to Juliette.


Que decepción tan grande. Tampoco es que esperaba que fuera la película del año y entrara en mi ranking de chick flicks preferidas, pero sí que me arrancara alguna que otra lágrima o al menos me hiciera sentir cursi y feliz por unos cortos minutos.

Por supuesto les tengo que contar la antesala… No hay nada peor que ir al cine y encontrarte a alguien (antes de entrar) que te diga que la película que seleccionaste, es mala y no precisamente porque la vio y tiene un juicio crítico confiable, sino porque: “Eso me dijeron…”

Es peor aún, si fuiste con tus amigas solteronas y mal.arregladas (conclusión a la que llegamos colectivamente. Aclaro que no estoy ofendiendo a nadie) y esa otra persona -la que te empavó la noche- viene acompañada de un modelito y luce impecable. ¿Pero saben que es peor todavía? Que la putica tenga razón y la película en verdad sea soberana cagada.

Regresando a la peli como tal…

Me pareció cursi, forzada y sobre actuada, tanto que parecí­a una novela de Telemundo, de esas donde la madre cubana tiene una hija mexicana y otro hijo peruano y todos viven en un “rancho” en Miami. En conclusión NEFASTA.

Si la vieron, lo siento por ustedes, si no la han visto y la van a ver, entonces no se pierdan el final… Lo que da es risa!

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