domingo, 8 de agosto de 2010

Awkward.ness Vol. 1

La vida tiene tantos momentos... Desgraciadamente, entre ellos están los incómodos. De todos esos, que hacen que nos tiemble descontroladamente la boca (específicamente el labio superior) hay uno en especial, a quien le dedico mi post.

Momento incómodo #1: Happy birthday tullú 

Para mí, desde que tengo uso de razón, no hay momento más invasivo, que cuando a uno le cantan cumpleaños. Admito públicamente que apenas la multitud se conglomera intimidantemente alrededor de la mesa, apagan las luces y prenden las velas, comienzo a sudar.

En este momento te encuentras frente a una encrucijada: "Cumpleaños Feliz" o "Ay que noche TAN preciosa..." Claramente, la decisión no depende de ti, pues uno sólo se para inerte, inmóvil y débil, frente a la torta preparándose para ser acribillado.

Por lo general (sobretodo si se trata de tu familia, que incluye una abuela borracha y una madre impertinente) se escoge el caminito largo, el mismo que llevó a Caperucita con el Lobo. Entonces escuchas -en tono de vieja atorrante con cáncer de tráquea- "Ay que noche tan preciooooosa...." y uno piensa para sus adentros que ya es muy tarde, ya estas jodido/a. Esto va a ser largo y doloroso.

Pregunta para mi misma #1: Mercedes Elena ¿Qué cara pongo?

E n este momento mi cara me da un golpe de estado y comienza a gobernarse por su cuenta. Me alterno entre sonrisas, muecas, cara de seria, cara de culo, cara de pensativa, poso para la foto... En fin, si algún día van a mi cumpleaños, no piensen que estoy sufriendo un ataque de epilepsia.

Pregunta para mi misma #2: Mercedes Elena ¿Canto o no canto?

Ok, para mi cantar es como pasar por un espejo, mirarse en él y decir en voz alta y clara: "Coño, que bella soy". Es como una muestra pública de amor propio, como aplaudirse a uno mismo, como pagarse y darse el vuelto. Por eso mi solución es cantar por pedacitos o tararear.

Una luz al final del túnel

Desde mis 15's, es decir, desde que apareció el factor: alcohol en el plano, todo fluye mejor. Casi siempre a la hora de cantar cumpleaños, ya estoy entonada y hasta lo he llegado a disfrutar.

Sin embargo, sigo sufriendo, porque en las torticas familiares en casa de mi abuela, donde lo más exótico que hay para tomar es Tang, mi subconsciente sobrio SUFRE.

P.D. Para la gente que no vive en Venezuela, "Ay que noche tan preciosa" (no se ni siquiera si así se llama) es una canción que se canta antes del cumpleaños feliz y que tiene como 7 estribillos, 9 estrofas, etc, etc, etc.

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