jueves, 14 de octubre de 2010

Detesto cuando las mamás y las abuelas, bueno at least mi mamá y mi abuela, hacen el siguiente comentario, que se formula tras recibir un bello regalo post.viaje (o cualquiera que sea la situación)

-“¿Para que te pones a estar trayendo tantas cosas?”

Dude ¿No puedes al menos poner cara de felicidad y ser agradecida/o como el resto de los mortales? La sensación que provoca es peor, que cuando das un regalo que no caló y notas la hipocresí­a en la cara de la persona.

Como me dice siempre mi tía.abuela: “No pidas y acepta lo que te den” o una vaina parecida.

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